jueves, 18 de marzo de 2010

La aplicación de la ley en un sistema como el nuestro.

A toda petición debe darse una contestación por parte de las autoridades, según lo dispone la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en su artículo 8; si corremos con suerte nos contestan en un “término breve”, y si no entonces se puede iniciar acción ante el Tribunal de lo Contencioso Administrativo con la finalidad de hacer hablar a la autoridad. A principios de febrero organicé a mis vecinos para solicitar el cierre de un andador en donde temporalmente me encuentro viviendo, logré que todos estuvieran de acuerdo y sin mayor problema ingresé el documento a una territorial de la Delegación respectiva; por fin obtuve la respuesta de la autoridad, pero ésta no fue un sí, ni un no, más bien quien sabe, primero se plasma en la contestación que solicito el cierre de la vía por motivos diferentes que nada tiene que ver con los que originalmente se hicieron en la solicitud, después se alude que se hizo una inspección de su parte y por último, que es lo que más molesto y vergonzoso resulta, sobre todo porque está lleno de faltas de ortografía y lo firma un Licenciado, que la Delegación no tiene facultades para expedir un permiso como el que solicitamos, entonces por qué se hizo la supuesta inspección ocular o se mencionan causas de cierre da andador que no dimos, para que al final de cuentas salgan con que no tienen facultades, según esto de otorgar permisos.

Este es un ejemplo más del actual sistema en el que nos encontramos inmersos, en donde se aplica la ley, e incluso se argumenta de la forma en que convenga a los que están en calidad de autoridades, a los que están en el poder o como dice el dicho “del que tiene la sartén por el mango”, lo peor, que ni siquiera argumentan con buenas razones y se dejan lagunas, qué digo mares.

La petición que se hizo digamos que es un asunto de interés mediado, pero qué sucede con otro tipo de solicitudes que se hacen y por cuestiones de burocracia o de falta de voluntad no se responde como debiera, esto ha dado lugar a que la gente actué de forma distinta a como lo establece la ley, no de forma pacífica como se ha visto en varias ocasiones, que haya manifestaciones, golpes e incluso muertes cuando los intereses de algún grupo no se han visto favorecidos, de aquí que surjan grupos de facto que aunque no estén reconocidos por la ley formalmente, en realidad existen y se mueven con gran poder que es imposible parar como el narcotráfico, quienes están involucrados en este tipo de actividad se iniciaron en ello porque el poder económico que ahora tienen no lo hubieran alcanzado trabajando ocho horas diarias en una fábrica, ni siquiera el haber estudiado una carrera, aunque nuestra Constitución contenga derechos como el de educación, salud e igualdad.

El problema principal quizás no está en el contenido del sistema, sino la forma en cómo se interpreta y argumenta, la posibilidad y el querer hacer de quien o quienes son los gobernantes.

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