domingo, 21 de marzo de 2010

Sin duda, nuestro lenguaje infinidad de símbolos.



Muchas ocasiones podemos pasar por alto el lenguaje simbólico que nos rodea, entre ellos, en esta ocasión he de comentar el Ángel de la independencia que se ubica en la principal glorieta del Paseo de la Reforma; proyecto arquitectónico de Antonio Rivas Mercado, obra dirigida por el ingeniero Roberto Gayol y el artista italiano Enrique Alciat, ocupándose este último del aspecto escultural.

Desconozco el por qué precisamente fue un ángel la figura elegida como una representación de la independencia de México, quizás porque representa la “Victoria Alada”; en una mano sostiene la corona de laurel otro símbolo de la victoria y en la otra, una cadena con eslabones rotos, símbolo de la terminación de la esclavitud vivida por tres siglos de dominio español. En este caso sólo menciono algunas características del monumento, pero en sí misma está lleno de simbología.

Una cuestión que a la mayoría de los que visitamos el lugar nos llama la atención y causa extrañeza, es el hecho de haber incluido dentro del mausoleo a un personaje que estuvo involucrado en el movimiento de independencia, pero no precisamente como un héroe, porque si se tratara de incluir a todos los participantes, creo que el lugar y la representación estaría incompleta, pues dónde quedan aquéllos que no fueron reconocidos por no haber encabezado formalmente la lucha. El personaje al que me refiero se llamó William Lamport quien el “19 de noviembre de 1659, fue condenado a muerte en la hoguera. Amarrado de pies y manos al palo y con las lenguas de fuego alcanzándole los pies, se las arregló para estrangularse antes de que tuviera lugar la indignidad de morir quemado.”[1]

No se sabe el por qué se incluye la representación de tal figura, lo cierto es que se encuentra ahí, inimaginable de mi parte, era un dato totalmente desconocido, y menos de un irlandés; hubiera imaginado que se trataba de un español, pero menos del citado individuo.

Todo el cúmulo de significados que entraña el monumento de la Independencia es grandioso, ha quedado plasmado ahí una serie de hechos que marcaron el rumbo de lo que hoy conocemos como México, la libertad de los opresores, paz, etcétera. Para la mayoría esto nos representa, pero también hay quienes le añaden otros significados al grado de que nos econtramos a quinceañeras y recién casados que posan para tomarse fotos junto al monumento.


[1] http://www.elpais.com/articulo/portada/origenes/Zorro/elpeputec/20051127elpepspor_5/Tes, consulta del 22 de marzo de 2010.

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